Poner el amor por encima de todo no significa una visa de sacrificio, como nos han enseñado.
Significa saber QUIÉN eres y que tienes DERECHO a los milagros.
Significa saber que el universo te apoya para CREAR LO BUENO, LO SANTO Y LO BELLO.
Que estas en la tierra con un propósito y que ese mismo propósito creará oportunidades para su complimiento. No hace que “pierdas”, sino que es la manera de GANAR INEVITABLEMENTE.
RECIBIRÁS LO QUE DES Y LO QUE NIEGUES TE SERÁ NEGADO: El Universo lleva una contabilidad perfecta.
El principio del intercambio justo da amor a AMBAS PARTES: Al que da y al que recibe.
Y no significa que estés obligado a hacer todo lo que cualquiera te pida. A veces la respuesta amorosa es “No”.
Estamos en la tierra para hacer o que el AMOR querría que hiciéramos y usar nuestros recursos solo para lo que internamente estamos guiados a hacer.
NUESTRA ABUNDANCIA INTERNA ES LA FUENTE DE NUESTRA ABUNDANCIA EXTERNA. Lo que crea riqueza es QUIENES somos, no los servicios que ofrecemos.
El amor lo arregla todo alineando los sucesos mortales con los patrones de un universo INTENCIONAL Y CREATIVO.
El AMOR hace que nos despertemos por la mañana con PROPÓSITOS Y UN FLUJO DE IDEAS CREATIVAS. El amor inunda nuestro sistema nervioso de ENERGÍA POSITIVA. Nos llena de un CARISMA PODEROSO, habilitándonos para nuevas ideas y proyectos, incluso en circunstancias que parecen limitadas.
El amor nos lleva a corregir nuestros errores y a actuar con IMPECABILIDAD, INTEGRIDAD Y EXCELENCIA. Nos lleva a SERVIR, A PERDONAR Y A TENER ESPERANZA.
El amor se opone a la conciencia de pobreza: Es el material de la CREACIÓN de la riqueza espiritual.
El buscador espiritual no trata de conseguir dinero, sino que INTERCAMBIA ENERGÍA.
Cuando esa energía la lanzamos al mundo está llena de la CONCIENCIA DEL AMOR, la energía que vuelve a nosotros nos llega de la forma que mejor pueda servirnos, y nuestras necesidades QUEDAN CUBIERTAS.
Si te ocupas de los asuntos de tu PADRE, lo que hagas con AMOR se te devolverá multiplicado por MIL.
(Texto adaptado por Xavi Demelo de La ley de la Divina Compensación, de Marianne Williamson)
